viernes, 1 de julio de 2011

Pariendo poemas



Siento el sol del centro de mi pecho
expandir calor a todo mi cuerpo.

Se vuelven tibias mis extremidades,
mis dedos agradecen el soplo
de aire caliente
y se estiran para agarrar
el poema que se escurre
entre mis piernas.

Va fluyendo lentamente
envolviéndose de la cálida energía,
para brotar y sentir 
este alumbramiento
como la necesidad
que tengo de decirte
lo que siento.

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